Sordinas Grosmann “The Mute”

 Desde hace muchos años la palabra “sustain” es sinónimo de calidad ya que se supone que cuanto mejor hecho está el instrumento, más sustain o duración tendrán las notas pulsadas. Mejoras en la construcción, los herrajes, los materiales (diferentes maderas o incluso fibra de carbono) tipos de construcción como neck thru, así como herrajes y otros factores influyen a la hora de conseguir esas notas largan tan deseadas.  

Lo que te presentamos hoy, sin embargo, va en dirección opuesta. Se trata de unos sencillos mecanismos para acortar la duración de las notas. Puede parecer raro, pero lo cierto es que cuando queremos imitar la respuesta de los bajos de décadas pasadas (sobre todo 50’s y 60’s) se hace necesario amortiguar el sustain.  

En muchos bajos (Fender, Musicman, Rickenbacker) se instalaba algún tipo de espuma que hacía contacto con las cuerdas cerca del puente con la finalidad de crear un sonido con un decay muy rápido y un inicio de nota grande que imitara de algún modo al contrabajo. Con el paso del tiempo y la llegada de las cuerdas entorchadas y otras técnicas que se alejaban de ese sonido pseudo-contrabajo y que buscaban justo lo contrario (brillo y sustain), los bajos dejaron de incorporar esas sordinas.  

Dado que en la música y en las artes en general todo es cíclico, vivimos ahora un momento donde se ha vuelto con fuerza a un sonido más clásico y es por eso que nos encontramos con muchos bajos de reedición que recrean la forma de construirse de aquellas décadas (con lo bueno y malo que ello implica), el uso intensivo de las cuerdas lisas y también la búsqueda de nuevo de ese sonido un poco más cercano al contrabajo, digamos tipo James Jamerson de la Motown.  

Si bien podemos mutear las cuerdas con la palma de nuestra mano derecha, está claro que tocar así durante mucho tiempo no es cómodo y además prácticamente nos limita a usar el pulgar. Si muteamos con la mano izquierda (pisando la nota con el índice y apoyando ligeramente el resto de dedos sobre la cuerda) entonces estaremos muy limitados a la hora de tocar ciertas líneas.  

También podemos instalar una espuma debajo de las cuerdas en la zona pegada al puente, pero eso a veces no es lo más práctico, estético ni efectivo. Además de quedar mal estéticamente, la presión que ejerce dicha espuma desde abajo tiene a subir la afinación y afectar a la octavación también.  

Por último, también podemos adquirir la pieza para cubrir el puente (sobre todo si es un Fender) y pegar por dentro una espuma como ocurría en los años 50. El problema es que esa es una instalación semipermanente que no nos va a permitir poner y quitar los apagadores entre un tema y otro en directo.    

Con el fin de facilitarnos la vida a todos han salido al mercado una serie de accesorios que permiten tocar de modo normal y conseguir ese sonido.  

Hay varias opciones disponibles, pero hoy analizamos la denominada The Mute que nos ha mandado el luthier Cristian Grosu de Grossman Guitars desde Rumanía.  

Como puedes apreciar en las fotos, se trata de algo bien sencillo pero que funciona a la maravilla. The Mute consiste en una pieza de madera (que puede ser de arce, zebrano, caoba, nogal o bubinga) que lleva pegada una espuma de la densidad adecuada (nos dice Cristian que estuvo mucho tiempo haciendo pruebas hasta dar con la adecuada). El método de uso es sencillo: colocas la sordina sobre las cuerdas lo más cerca posible del puente y presionas ligeramente de modo que las cuerdas marquen la espuma. Una vez has hecho eso, puedes usar un cutter para hacer unos cortes sobre esas marcas de modo que puedas insertar toda la sordina cuando la necesites y quitarla en cualquier momento. Más simple no puede ser.  

El resultado es mágico. De repente tu bajo con un sustain largo se ha convertido en otro instrumento. No sólo tienes un sonido Motown tremendo (sobre todo si tu bajo monta cuerdas lisas) sino que además resulta tremendamente inspirador ya que no tienes que modificar tu técnica en absoluto y sin embargo el propio sonido te hace tocar de otro modo.  

Hay versiones para 4, 5 y 6 cuerdas. Todas ellas vienen sin los surcos hechos de modo que puedas hacerlos fácilmente dependiendo de si tu bajo tiene una separación de cuerdas de 16, 17, 18, 19 ó 20 mm.  

La conclusión es que nos encantan este tipo de accesorios sencillos y económicos que hacen que nuestro bajo suene de un modo totalmente distinto a lo que estamos acostumbrados, con la ventaja añadida de no hacerte cambiar la técnica, no variar la afinación, poderse poner y quitar en un segundo y además con una estética más que acertada.